Don Rigo, episodio #2: Ágape #1, compras en Surquillo
Un nuevo año no necesariamente implica empezar de cero. Pero sí comenzar de nuevo, descartando lo que no sirve, dándole más atención a lo que nos hace felices a nosotros y el resto. Así como la bebé dentro de mí sigue creciendo y creciendo, los proyectos que concebimos el año pasado empiezan a tomar cada vez más cuerpo. Están los helados artesanales que ya les presentaré, y está el cuento de niños, y el poemario, y el disco, y el recetario. Para todos hay tiempo, si les dedico tiempo a todos; con calma, pensándolos, tomando un paso después del otro.
El turno ahora es, entonces, del recetario. Un libro de cocina no debe solo editarse; debe cocinarse. Por eso, hace unas semanas el equipo editorial del libro que estamos preparando con las recetas de mi Nonno, Arrigo Pinasco (o Don Rigo, su alter ego culinario), junto con los respectivos respectivos y respectivas, nos juntamos en la casa de Roni Heredia y su linda mujer Pili Saona para preparar varias recetas.
Elegí el menú y ese día nos encontramos en el Mercado de Surquillo con Roni; Frank registró nuestra búsqueda de los ingredientes precisos. Como estuve por la mañana preparando uno de los pocos dulces que están entre las recetas del Nonno –y sí, los dulces no eran su fuerte- llegamos un poco tarde. Roni ya había comprado los pejerreyes y las cabezas de pescado para la entrada y nos estaba esperando, o más bien nosotros lo estábamos desesperando a él.
En consecuencia, cuando llegamos al carnicero
ya no había sesos para el relleno de ravioles, así que los sustituimos con molleja. Compramos también asado y churrasco y ossobuco y chorizo.
Y luego verduras y hierbitas mil: cebollas, acelgas ya que no encontramos borraja, escarola, cebollino (chives), ajo, limón, pepinillos, mejorana, alcaparras, cebollita china, salvia, romero, estragón.
Y ricotta, y harina, y mantequilla, y parmesano. Mientras buscábamos borraja infructuosamente (había habido el día anterior, así que ya sé cuál es la moraleja) Roni se fue en búsqueda, fructuosamente, de un extracto de beterraga.
¿Y qué preparamos con todo eso? A ver si adivinan antes del próximo episodio. Mientras tanto, que el 2010 les sea auspicioso, y que cada vez estén más cerca de la vida que quieren. Cocinemos nuestra vida, moldeémosla, concibámosla e incubémosla, y veámosla tomar forma ante nuestros ojos, bajo nuestras manos, cada día un poco más.
5 comentarios:
para el recetario: un texto de Revel http://www.amazon.fr/festin-paroles-litt%C3%A9raire-sensibilit%C3%A9-gastronomique/dp/2847344454
Merci beaucoup, Anonyme!
Ya abrí el link, interesante...
Changos! Nos lo perdimos! Prometo la próxima vez llegar temprano y gozarme el plan completo. Palabra de despensera.
Hola!
Alessandra , que bueno saber de ti , y ya llego al mundo esa pequeñita persona ???
y fue un privilegio conocerte
Hola Anónimo, podrías revelar tu identidad para poder decirte también lo mismo?
Aquí seguimos esperando a la pequeña personita, creo que no falta mucho!
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