Nada podrá detenernos (Apple Crumble a la sartén)

funzenzan

Existe una cura infalible para lo que en inglés llaman, maravillosamente, estar en un funk –una mezcla de depresión, malhumor y estancamiento. La cura es hacer algo. Sobre todo, lograr hacer algo aunque todo esté en contra. Lo comprobé hace unos días. Estábamos en Casa de Campo, un hostal encantador en Urubamba,

las chicas

gracias a un auspicio para un concierto que daría mi madre y en el que mi esposo estaba haciendo sonido.

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El segundo día nos dedicamos en cuerpo y alma a renovar energías con este sol cercano, sobre la tierra fragante, bajo los hijos

sobre la hierba

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y hermanitos.

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tío juli

Esa tarde Frank y yo estábamos un poco gruñones, porque aún en el paraíso puede haber cosas que te hacen gruñir. Teníamos libre acceso a las instalaciones de la cocina (el hostal queda en la punta del cerro, así que o cocinábamos o nos moríamos de hambre). Se supone que el día anterior íbamos a preparar un gran apple crumble en el horno de la cocina del dueño, pero se hizo tarde y no lo hicimos. Así que los dos kilos de manzana estaban mirándonos con reproche, además de un tazón de maní tostado y molido por mi familia bajo la dirección de Doña Lidia, la esposa de Don Jaime Guardia, conocedora de los secretos milenarios del molinillo y el batán. Esta tarde sí teníamos tiempo; lo que no teníamos era horno, porque el dueño había subido a Cusco.

Pero necesitaba urgentemente una cura para el funk. Así que encontré el cuchillo menos desafilado y mientras Micael practicaba hechizos con su tío Julián en el jardín,

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y Frank cargaba a Celeste a mi lado, me puse a pelar manzanas en el comedor, frente a la ventana, sobre el jardín y los cerros. Porque esta noche tendríamos apple crumble, sí o sí. Puse las rodajas en un bol con jugo de limón. Recordé una tarte tatin preparada a la sartén por mi ídolo Gordon Ramsay, y asé las rodajas de manzana con toneladas de mantequilla y un poco de canela en la sartén.

Una vez que las manzanas estaban cocinadas y el funk había comenzado a disiparse, en otra sartén pusimos avena y la doramos en mantequilla. Añadimos el maní, y cuando estuvo dorado le agregamos la melaza de chancaca aromatizada con ralladura de naranja, canela y clavo hecha por Frank, lo cual explica en parte por qué me muero por él.  Cocinamos la mezcla hasta que agarró cuerpo y se empezó a ver el fondo de la sartén, y pusimos esta melcocha sobre la sartén con manzanas cocidas. La pusimos un ratito sobre fuego muy bajo y después la tapamos para que todo siguiera tibio cuando llegara el momento de servirlo.

Esa noche, cuando llevamos la sartén a la mesa y Frank presentó nuestro Apple Crumble a la Sartén con  Costra de Melaza, Avena y Maní, el funk era ya un lejano recuerdo. Se hizo aún más lejano con cada repetición de plato. Solo quedaba una sonrisa en la mente/corazón.

Apple Crumble a la Sartén con  Costra de Melaza, Avena y Maní

{receta aproximada}

2 kilos de manzanas, peladas, sin corazón las malvadas, y en finas rodajas.

3 limones, para rociar las manzanas en rodajas.

Canela en polvo.

200 gr. de mantequilla.

1 taza de avena.

1 taza de maní tostado y picado, o molido en batán.

1 taza de miel de chancaca con especias y piel de naranja.

{Nota: lo divertido de esta receta es hacerlo con lo que tengas; mientras le eches abundante mantequilla, todo saldrá bien. Puedes usar azúcar rubia en lugar de miel de chancaca.}

En una sartén sobre fuego alto, cocina las rodajas de manzana en la mitad de la mantequilla, con un poco de canela. Puedes hacerlo en dos partes; luego simplemente regresa todas las manzanas a la sartén y nivela la superficie. En otra sartén, dora la avena en la mantequilla restante. Añade el maní, y sigue dorando todo hasta que esté fragante. Añade la miel de chancaca; cocina la mezcla, removiendo, hasta que puedas ver el fondo y tenga una buena consistencia amelcochada. Vierte esta mezcla sobre las manzanas. Tapa la sartén y ponla sobre fuego bajísimo unos cinco minutos.

 

 

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que alegria esta manana al leerte!!! Hasta senti olor a manzanas recien peladas y canela. Un regalo. Lilia.

Alessandra Pinasco dijo...

Gracias Lilia! Tu comentario es lo que ha sido el regalo. Un abrazo.
Alessandra