Primera cosecha

canastita

No es en vano que nos hayamos mudado a la punta del cerro. Sí, es precisa cierta habilidad persuasiva para convencer a los taxistas de traernos hasta aquí, al final de San Jerónimo, pero tal vez por eso hace semanas que no me subo a un taxi. Me trepo a la combi, tranquila y limpia, y me bajo en el último paradero. A todos los lados me protegen cerros verdísimos. Cruzo las vías del tren. Llego a casa, al jardín salvaje que estamos domesticando muy poco a poco. Caminamos alrededor de los árboles y los arbustos y las trepadoras y vamos llenando la canastita. Frutas, flores de calabaza, una calabacita, aguaymantos.

celeste y canasta

Mientras tanto, Celeste vacía la canastita. Micael la vuelve a llenar. Celeste la vuelve a vaciar.

flores fritas

Acompañamos la cena con unas flores de calabaza arrebosadas, según una receta de un libro italiano de mi abuelo.

pastel de frutas

Y como todavía no tenemos suficiente de una sola fruta, hacemos, como ya es tradición, de nuestro defecto una virtud. Para el lonche dominical horneamos un pastel de tutti frutti: manzanas, peritas, blanquillos, un ciruelo. Asamos las frutas en mantequilla, azúcar rubia, canela y un toque de Ambrosía, y rellenamos con esta mezcla la deliciosa masa de pie que sacamos del divertido, claro y educativo libro Cocina de Colores de Karissa Becerra; se supone que es un libro para niños, pero, como Karissa me confesó, en realidad es un libro para los papás.

lonchecitoEste papá, por ejemplo, sí que lo disfrutó.

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6 comentarios:

Maria Luisa dijo...

Ale querida, ya sabes cuánto me conmueve esto de dejar atrás una vida para inventarte otra más real y más mágica a la vez, pero tuya, muy tuya. Te felicito, complicado leerte sin sentir que llevo meses en una nave sin ventanas, esperando algo que ya no sé ni qué es, atada a algo que tampoco sé qué es. Atesora este momento de tu vida y no lo compares con nada. Me encantaría visitarte con Nua, algún día milagroso será.
Besos
Maria Luisa

Anónimo dijo...

qe bello qe compartas con nosotros estas historias qe nos salvan un poco de la ciudad.
me transportas en cada línea y puedo saborear con delicadeza todo tu jardín mágico.
qe lindo qe estén felices en un lugar tan hermoso, disfrutando de lo qe la naturaleza te da y devolverselo con tanto amor.
carinios a la familia <3
Mar

Anónimo dijo...

Como alguna vez te lo he dicho eres mi inspiración. Solo la gente muy valiente puede reinventar la vida y hacerla suya.
Magica Ale!
Anneliese

Alessandra Pinasco dijo...

Maria Luisa! Gracias por esto. Yo estaré feliz de recibirte y a tu linda Nua. No hemos hablado en mucho tiempo, en el que tantas cosas han pasado, y cuánto quisiera que esa nave suelte amarras... Sí, me sorprende cada día, y al mismo tiempo me parece todo tan natural... Creo que así es como debe ser la vida. Casi como que no puedo hablar de esto, pero tiene que ver con el silencio y los sonidos de los animales y las hojas de los árboles, con el cielo que amanece intenso y llueve de pronto porque así le da la gana, con el hambre y las ganas de siesta que te dan, con salir al jardín a ver qué te ofrecen los árboles y los arbustos para la cena. Sí, tienes toda la razón, es tan mágico como real.
Un abrazo,
Ale

Alessandra Pinasco dijo...

Mar T!
Gracias por teletransportarte a nuestro jardín encantado. He descubierto eso que dices, que cuando a la naturaleza le das, te devuelve (más sobre esto en un próximo post!)
Un abrazo enorme,
Ale

Alessandra Pinasco dijo...

Gracias, Anneliese! Por un lado sí, hay que atreverse y eso no es fácil; por otro lado, a pesar de los reajustes internos y externos en los que estamos, este tipo de vida tiene mucho más sentido, al menos para nosotros, pero creo que para todos... El día se pasa rápido, pero haciendo, disfrutando!
Un abrazo y gracias por acompañarnos siempre.
Ale